miércoles, 27 de octubre de 2010

Una tarde de octubre..

Me encuentro en casa, escuchando la música instrumental de rurouni kenshin hecha por Taro Iwashiro.. es bella, una melodía maravillosa que me habla sobre tantas cosas que me agobia.
Por mi mente circulan ideas una y otra vez y en algún momento solo quiero que paren, poner un STOP a mi cerebro.
Entra el sol por la ventana ya que osé abrir la cortina que llevaba como 3 años sin mover y efectivamente tiene una bonita vista, da al rosal que esta en el antejardin y que florece sin parar en esta época.
Miro a mi alrededor y estan mis gatos durmiendo, sintiendose seguros en la comodidad de la casa, en el calor de hogar.
Nada puede interrumpir este momento hasta que lágrimas brotan de la nada. Ni siquiera se por qué caen.
Suena el teléfono y nuevamente es alguien de entel que quiere hablar con la dueña de casa y la mando a freir monos al áfrica de la manera sutil que me caracteriza.
Me hablan mis amigos por facebook, por msn, por google... y en realidad hace tiempo que no sentia esa paz.
Se que duró apenas un par de minutos, pero hacia tanto tiempo que no sentía paz.... nuevamente brotan lágrimas y por dios si sigo llorando voy a quedar sin piel alrededor de mis ojos de lo irritados que los tengo.
El sol entra tibio por la ventana y acaricia a martín que esta recostado en un puff estratégicamente posicionado para el descanso de ellos... de mis bebes.
Por un breve momento, muy breve, sentí que era bueno estar aquí.

1 comentario:

  1. Esos pequeños momentos son los que valen la pena!
    Hay que buscarlos, cultivarlos!

    Por que asi aprendemos a atesorarlos y a no olvidarlos.

    Besos!

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